Dar gracias por todo

"Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús." 1 Tesalonicenses 5:18

Se acerca el tan famoso día de acción de gracias.  Meditando sobre este día pienso que a veces las costumbres nos llevan a ser un poco autómatas, a llevarlas a cabo de forma automática y muchas veces nos crea ansiedad y en vez de disfrutarlo nos cargamos de angustia, ajoros y coraje. Entonces el motivo de la celebración se empaña con todas estas emociones negativas y al momento de dar gracias, por supuesto, pensamos en lo que tenemos: familia, casa, sueldo, salud, etc. pero es "otro día mas" de comer y beber. Yo no sé si a ti te sucede esto pero a mi me ha sucedido.

Hace unos cuantos años, recuerdo que tuve una semana en la cual todos los días me sucedía algo "negativo" por ejemplo: un día se me vació una goma del carro, y el resto de los días también ocurrió algo similar. Llegado el viernes (al fin terminaba la semana de situaciones adversas), al salir de casa y poner la llave para cerrar la puerta, ¡crack! se partió la llave dentro de la cerradura.  Cuando en mi pensamiento iba a comenzar a decir un montón de cosas feas, vino a mi mente el siguiente pensamiento: "Dale gracias a Dios porque tu llave se puede partir en la cerradura de TU CASA. Lo que te ha sucedido es una simpleza que se resuelve con ir a un cerrajero. ¿Tan dificil es?"  Esto, definitivamente tuvo que haber sido un pensamiento divino porque jamás Nereida habría pensado de esa manera.

Cuántas cosas damos por sentado y no damos gracias a Dios por ellas. Cuántas veces nos quejamos de nimiedades cuando otras personas rogarían por tener esas dificultades que para ellos significarían estar en una mejor posición económica, social, mental o espiritual.

Podemos hacer que este día de acción de gracias sea diferente, aunque volvamos a comer pavo, volvamos a disfrutar nuestros manjares favoritos, aunque sólo hables y no haya grandes emociones que te hagan vibrar.

En las cosas que nos parecen simples se puede ver la mano poderosa de Dios. Solamente con pensar en que Dios nos escogió para ser parte de su plan Divino es un motivo para dar gracias. Si has ganado algo, da gracias, si has perdido algo, da gracias porque cuando se vacian nuestras manos, probablemente es porque el Señor las necesita para llenarlas con algo nuevo y mejor de lo que dejamos ir.

Que tu día de acción de gracias siempre sea hoy, y todos los años, sabiendo que todos son nuevos en Jesucristo nuestro amoroso Salvador.

¡Félices días de acción de gracias!

Toda la gloria  y honra sea para Él.