Recientemente
he tenido varios conflictos internos que me llevaron a sentirme triste. Sentí que muchos eventos que involucran emociones hacia mis mas amados, corrían en mi mente de lado a lado y llegué a sentirme como esos
malabaristas de circo que tratan de mantener los platos dando vueltas sobre una
vara, pero los míos comenzaron a caerse uno por uno. Clamé al Señor por ayuda y fui donde mi
consejera Teoterapeutica. Luego de
aclarar lo que estaba sucediendo y restaurar la paz en mi corazón, me puse a meditar sobre mi
vida pasada (antes de Cristo) y mi vida actual. Y fui viendo evento tras evento
cómo el Señor estuvo allí y yo no me di cuenta. Yo solo sabía que de alguna
manera había salido airosa “misteriosamente”. Cómo, a
pesar de mi misma y mi rebeldía, pudieron pasarme cosas graves pero de
alguna manera fui protegida. No quiero decir con esto que no pasé vicisitudes pero aquellas que pudieron ser muy graves, de alguna manera se desvanecieron.
Entonces el
Señor, mientras recordaba esos eventos me llevó a pensar en la palabra que había leído durante mi meditación de la
mañana:
Génesis 28: 15-17
"He aquí, yo estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que fueres, y volveré a traerte a esta tierra; porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he dicho. Y despertó Jacob de su sueño, y dijo: Ciertamente Jehová está en este lugar, y yo no lo sabía. Y tuvo miedo, y dijo: ¡Cuán terrible es este lugar! No es otra cosa que casa de Dios, y puerta del cielo." (enfasis añadido)
"He aquí, yo estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que fueres, y volveré a traerte a esta tierra; porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he dicho. Y despertó Jacob de su sueño, y dijo: Ciertamente Jehová está en este lugar, y yo no lo sabía. Y tuvo miedo, y dijo: ¡Cuán terrible es este lugar! No es otra cosa que casa de Dios, y puerta del cielo." (enfasis añadido)
El Señor
había estado conmigo desde siempre. Me estaba mostrando que siempre me guardó y me trajo “a esta
tierra” (a su redil), que no me dejará hasta que se cumpla su propósito en mí y
que yo soy lugar sagrado porque en mi vive el Espíritu Santo:
1ra de Corintios 6: 19-20 "¿O ignoráis que
vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual
tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por
precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los
cuales son de Dios."
Esta
palabra no es solo para mí sino para todo aquel que la reclame. ¿Sientes que eres lugar sagrado donde habita
el Señor? Si no te sienes así, no tengas miedo en acercarte a Él, porque el Señor dijo en el libro de Lucas, capitulo 5 y versiculos 31 al 32 que:
“…los que están sanos no tienen necesidad de médico,
sino los enfermos. No he venido a llamar
a justos, sino a pecadores al arrepentimiento.”

Dice Jesús: “He aquí, yo estoy a la puerta y
llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y
él conmigo. Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así
como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono.” Apocalipsis
3:20-21
Si tu has
sentido que Jesús está llamando a la puerta de tu corazón, te invito a que allí
donde estés hables con el Señor y te reconcilies con Él, tienes mucho que ganar,
....eternamente. A Dios sea la gloria.
Dios te
bendiga abundantemente.
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