miércoles, 23 de noviembre de 2011

Otra forma de dar gracias

Hace una semana el Señor me mostró que necesitaba hacer "limpieza", tanto físicamente (en mi casa) como en mi alma (emocionalmente).  En casa, debía hacer un repaso, cuarto por cuarto, de los artículos a los cuales "yo rendía culto" (dioses), antes de mi conversión.

El artículo no tiene ningún poder sobre nosotros, entonces, ¿por qué debo salir de él?  Por lo que representó en mi vida. Por ejemplo, vamos a decir que a mi me gustaban mucho todos los artículos que representaban ciertos astros (el sol y la luna), me gustaban tanto que llegué a creer que ellos influían de alguna manera "en el universo" a favor mío. Hoy sé que esto es solo un objeto que perecerá como todo en el uiverso y que ningún poder tiene sobre mí, solo Dios gobierna mi vida.

Dios es celoso y no quiere que nadie le quite su lugar de primacía en nuestro corazón. Así que comencé por el lugar "más contaminado", mi cuarto. Voté prendas, figuras, etc., fue como soltar una gran carga que pesaba sobre mi hogar.

Cuando Dios enviaba, por ejemplo, a Josué a conquistar tierras paganas, ordenaba que se destruyera todo, porque era terreno habitado por servidores del maligno.  Todo lo que no es de Dios es del maligno, del engañador. No hay términos medios. Si no estoy con Dios, estoy contra él.

Alguna vez te has preguntado de qué lado estás.  ¿Conoces los ídolos a los que le sirves hoy? Todo lo que te aleja de la comunión con Dios y de darle el primer lugar a Dios, es un ídolo.

continuará...
Imagen de: paseata.com


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