lunes, 26 de diciembre de 2011

Perder para ganar, en Navidad y en todo tiempo

Hace unos días escuchaba en la radio, en la estación cristiana Radio Redentor, un comentario de Sixto Porras, de su sección Enfoque a la familia.  Decía que el juego de dominó es uno de los pocos en que se gana perdiendo. El que "pierde" todas sus fichas primero es el que gana.

Esta navidad del 2011 ha sido, en mi casa, una muy diferente a las demás. ¿Por qué? Porque por primera vez no ha habido la "abundancia" económica que acostumbrabamos tener en años anteriores. Este año no hubo árbol de navidad. Todos los años tenía que ser natural y grande, que tocara el techo y que pareciera "de revista".  No hubo regalos para nadie. Ni siquiera se pensó en qué querría cada cual. Lo anuncié a mi hermana "este año no habrá regalos", ella me dijo: yo tampoco haré regalos (la situación es la misma para todos). Imagino que se sintió aliviada ante mi declaración.

Admito que me sentía un poco triste y nostálgica. Incluso no tenía el ánimo para emprender el proyecto anual que nunca podría faltar en casa: el nacimiento que montamos debajo de las escaleras. Pero mi esposo dijo: "vamos a cambiar algo en la escenografía". Yo le seguía la corriente pero aún no me animaba. Estuve a punto de desistir porque lo habíamos dejado para muy tarde, sin embargo, no quería contagiarlo a él con mi desanimo. Así que pusimos manos a la obra y nos entregamos de lleno al proyecto, invertimos muchos días compartiendo juntos. El 23 de diciembre pusimos la última piedra. Y cuando lo miré terminado, pasó lo de siempre, me vino a la mente ese momento tan maravilloso, los pastores frente a las huestes celestiales de ángeles, los magos presentando sus regalos. El Rey presentándose a los humildes. Me alegré de que mi esposo me hubiese animado.

Este año me acerqué mucho, mucho más a entender el verdadero sentido de la navidad. Tuve mi mente mas "limpia" para meditar en Jesús, en el por qué tenia que nacer, para que creciera y cumpliera su propósito, morir por mi y por ti. Levantarse VIVO porque la muerte no pudo retenerlo, para darnos vida a ti y a mi.

Este año no tuve tantas cosas pero mi corazón estaba tan lleno que no he extrañado nada. Hoy me preguntaron ¿que te regalaron? y mi respuesta fue: Me regalaron esperanza, alegría, gozo, certeza y buenas nuevas de gran gozo.  Me regalaron la salvación eterna.

A veces no entendemos por qué perdemos cosas o personas. Esta crisis mundial no es casualidad. Somos como niños que nos entretenemos con los juguetes y no nos damos cuenta que es mas importante el Creador que las cosas creadas.

Detrás de las pérdidas siempre hay ganancia. Busquemos la abundancia que nos da Dios en todo, aunque todo signifique perder.

"...y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito." Job 1:21

Gloria a Dios y FELIZ NAVIDAD.

martes, 20 de diciembre de 2011

Ni a derecha ni a izquierda

"No te desvíes a la derecha ni a la izquierda; Aparta tu pie del mal." Proverbios 4:27
 Cuando tratamos de hacer las cosas bien siempre habrá situaciones que nos prueben. Desde que conozco al Señor de una forma personal trato de hacer las cosas sabiendo que Jesús está conmigo. Y cuando amamos a alguien no queremos defraudarlo ¿verdad?
Recientemente tuve que solicitar una carta que certificara cuánto dinero en comisiones me había ganado en los últimos tres meses. Esta certificación era para completar los trámites para que el Banco hiciera un análisis de pago de la propiedad y que el pago mensual bajara considerablemente. Cuando me iban a hacer la carta solicité (pensando en que era mejor para el análisis y que yo saliera mejor en el pago) que, si era posible, incluyeran una comisión que aunque ya la había ganado, no me la habían pagado aún. Entendí en ese momento que no estaba solicitando nada "ilegal". Así me la hicieron, pero en el Banco, al hacer el análisis la cantidad a pagar salió más alta de lo que habían proyectado en la orientación, se incrementaba en $100 mensuales.
La analista buscó y me dijo, "la cantidad de ingresos no es la misma, es mayor", le expliqué lo que  había hecho y ella indicó que esto me perjudicaba. Gracias a Dios, me permitió llevar una nueva certificación de ingresos.

Ese día el Señor me llevo a ver que el ser humano, aunque quiera dejar su voluntad en las manos de Dios siempre está a merced de sí mismo, de las pruebas y tentaciones. Yo, sabiendo que Dios conoce todas las cosas quise "doblarle el brazo" y tomar mi camino. Si lo miramos desde otro punto de vista, pensé que mis decisión era mas sabia que las que pudiera tener Dios. Y "el tiro me salió por la culata".

Cuando ponemos todas nuestras decisiones, proyectos, empresas y toda nuestra vida en manos de Dios, estamos seguros que TODO saldrá perfecto, aunque no nos lo parezca. Dios no se equivoca.  Ese día recordé la palabra de Proverbios de no desviarnos ni a la derecha ni a la izquierda, yo saqué el pié hacia la izquierda, gracias a Dios que Él sí es fiel y nos socorre. Como buen padre nos enseña y...sigue amándonos.

Pongamos toda nuestra vida en sus manos y Él nos llevará por el camino recto y correcto, no importa cuáles sean las circunstancias. Confía en Dios y Él hará.

Bendito sea su nombre, por siempre. Amén.
Dios te bendiga abundantemente.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Navidad

"...diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle". Mateo 2:2

Hace unos cuantos años, en esta época de navidad, me di cuenta que últimamente me ponía triste en la navidad. Me sentía sola y veía a la gente correr de aquí para allá, comprando, compartiendo en familias grandes, música por doquier, trajes preciosos, peinados, etc. Mi hijo, adolescente, vivía conmigo pero, como todo adolescente normal, compartía con los de su edad.
Entonces me detuve a meditar y me pregunté ¿cuál es el propósito de la navidad? Wao, tener que preguntarme eso. Y me dije: Que nació el Salvador, el que dio su vida para que yo tuviera vida eterna. !Rayos! ¿Acaso no es esto motivo suficiente para estar alegre? Entonces me dije: "tengo que buscar un proyecto en el que concentre mis energías para recordar este evento". Ese año comencé a crear una estampa del nacimiento de Jesús bajo las escaleras de mi casa. Y mientras ponía cada figurita, reflexionaba en el papel que cada uno tenía, y tenemos, dentro de este gran y único evento universal.

El nacimiento ha crecido y también mi fe, pero no por el objeto físico sino porque también a través de los años el Salvador vino en mi rescate y hoy siento muy dentro de mi ese significado, sin igual, del nacimiento de mi Salvador dentro de mi, aquel que no me olvidó y que aun sin merecerlo, vino por mi a rescatarme del abismo eterno.

Te invito a reflexionar sobre qué te mueve en la navidad. Si crees que Jesús vino por ti y te ama tanto que dio su vida para que tu no pierdas la tuya. Cristo es la mejor navidad y la única. Búscalo y lo encontrarás, sonriente, al pie de la cruz, esperándote.

La gloria sea siempre para Él.

Yo creo - I Beleive

Si no tuvieras adornos de navidad, si no tuvieras regalos para dar o recibir, si no tuvieras fiestas donde ir y donde reir ¿aún tendrías alegría para festejar la navidad?

¿Qué es la navidad para ti?

http://youtu.be/zQBDtKC-cQ0

jueves, 8 de diciembre de 2011

Humildad


Mientras conducía mi vehiculo hacia una cita con un cliente observaba a los jardineros a los lados del expreso, sudados, aguantando ese intenso sol del caribe y pensé en que "esa pobre gente tan humilde..."  Inmediatamente vino una pregunta a mi mente ¿cómo sabes que ellos son humildes: por su trabajo, por su apariencia? Entonces recordé al jardinero que hace los trabajos donde vivo y otra vez vino la pregunta.  ¿No tiene Don "x" las mismas características? ¿Y es humilde? Sabía que no, que nuestro jardinero no tenia humildad, lo cierto es que es muy orgulloso, mas de lo que cualquiera pensaría.
Entonces el Señor me llevó a ver que la humildad no está al alcance de nuestros ojos físicos, porque la humildad reside en el corazón. Luego me llevó a examinar mi corazón y a preguntarme ¿hay humildad en tu corazón o estás tratando de que la gente pueda ver humildad con sus ojos fisicos? Fue aqui cuando comencé un proceso de humildad y quebrantamiento con el Señor.
La humildad es la virtud que consiste en el conocimiento de las propias limitaciones y debilidades y en obrar de acuerdo con este conocimiento.
Cuando queremos una relación real y viva con el Señor, debemos pedirle que limpie nuestro corazón para presentarnos humillados ante su presencia, seguros de que es Él quien gobierna nuestra vida y no nosotros queriendo hacer nuestra voluntad para satisfacción propia y para recibir los honores y vitores de nuestros seguidores.  Somos nosotros los únicos seguidores y solo seguimos a uno: Jesucristo, nuestro Señor y Salvador. La gloria siempre sea para Él.