martes, 20 de diciembre de 2011

Ni a derecha ni a izquierda

"No te desvíes a la derecha ni a la izquierda; Aparta tu pie del mal." Proverbios 4:27
 Cuando tratamos de hacer las cosas bien siempre habrá situaciones que nos prueben. Desde que conozco al Señor de una forma personal trato de hacer las cosas sabiendo que Jesús está conmigo. Y cuando amamos a alguien no queremos defraudarlo ¿verdad?
Recientemente tuve que solicitar una carta que certificara cuánto dinero en comisiones me había ganado en los últimos tres meses. Esta certificación era para completar los trámites para que el Banco hiciera un análisis de pago de la propiedad y que el pago mensual bajara considerablemente. Cuando me iban a hacer la carta solicité (pensando en que era mejor para el análisis y que yo saliera mejor en el pago) que, si era posible, incluyeran una comisión que aunque ya la había ganado, no me la habían pagado aún. Entendí en ese momento que no estaba solicitando nada "ilegal". Así me la hicieron, pero en el Banco, al hacer el análisis la cantidad a pagar salió más alta de lo que habían proyectado en la orientación, se incrementaba en $100 mensuales.
La analista buscó y me dijo, "la cantidad de ingresos no es la misma, es mayor", le expliqué lo que  había hecho y ella indicó que esto me perjudicaba. Gracias a Dios, me permitió llevar una nueva certificación de ingresos.

Ese día el Señor me llevo a ver que el ser humano, aunque quiera dejar su voluntad en las manos de Dios siempre está a merced de sí mismo, de las pruebas y tentaciones. Yo, sabiendo que Dios conoce todas las cosas quise "doblarle el brazo" y tomar mi camino. Si lo miramos desde otro punto de vista, pensé que mis decisión era mas sabia que las que pudiera tener Dios. Y "el tiro me salió por la culata".

Cuando ponemos todas nuestras decisiones, proyectos, empresas y toda nuestra vida en manos de Dios, estamos seguros que TODO saldrá perfecto, aunque no nos lo parezca. Dios no se equivoca.  Ese día recordé la palabra de Proverbios de no desviarnos ni a la derecha ni a la izquierda, yo saqué el pié hacia la izquierda, gracias a Dios que Él sí es fiel y nos socorre. Como buen padre nos enseña y...sigue amándonos.

Pongamos toda nuestra vida en sus manos y Él nos llevará por el camino recto y correcto, no importa cuáles sean las circunstancias. Confía en Dios y Él hará.

Bendito sea su nombre, por siempre. Amén.
Dios te bendiga abundantemente.

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