Eterna
Yo soy todos los hombres de la vida
la conciencia total
la mente abstracta.
Yo soy una galaxia en crecimiento
rompiendo las cadenas que la atrapan.
Yo soy un pliegue de la Mano eterna,
con Dios soy universo
sin Dios... solo soy nada.
Nereida Aponte Urbina
Todos somos
iguales ante los ojos de Dios. Igual de efímeros, igual de finitos, de
frágiles, igual de pecadores. Qué nos haría diferentes a otros, la
obediencia a Él. Cuando
padecemos del mal del orgullo, del ego, es muy dificil obedecer "sin
chistar" como decía mi padre. "Yo soy todos los hombres de la
vida..." pretende enmarcar un "yo soy lo mismo que somos todos".
Los seres
humanos estamos en constante cambio, como todo en el universo, rompiendo
barreras que tratan de impedir nuestro crecimiento. Hay tanto que aprender en
el tiempo que nos quede de vida, pero, ¿dónde radica la fuente del
conocimiento? Santiago 1:15 dice: "Y si alguno de vosotros tiene
falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin
reproche, y será dada". Dios es la fuente de toda sabiduría, si
quieres ser sabio sumérjete en la majestuosidad del Soberano, y no tienes
que usar tanque de oxígeno, porque Él es la fuente de vida.
Rompiendo
las cadenas... del miedo, del pasado acusador, de la crítica, de los
obstáculos, de la esclavitud de la mente, del "no seré capaz"...
Yo soy un
pliegue..., algo pequeñito dentro del Divino Creador, pero algo al fin. Estar
en el Creador aunque sea un micropuntito "merece un ¡Aleluya!" porque
ha sido Él quien decidió permitirte en Él.
Con Dios
soy...., cuando estoy con Dios veo, sin Él estoy ciega. "...porque sin
mi nada podeis hacer" dice Juan 15:5. Amigos, me declaro una
"pámpana" pegada a la gran Vid celestial, Jesús de Nazareth. A Él y
solo a Él sea la gloria.
Bienvenidos
a nuestros relatos ordinarios...
No hay comentarios:
Publicar un comentario