martes, 6 de marzo de 2012

Mas allá de mi sufrimiento

 
Antes de conocer al Señor como lo conozco ahora, cuando tenía dificultades que yo consideraba fuertes o grandes, no podía ver más allá del dolor de mi carne. Me preguntaba ¿por qué Dios, si es tan bueno y amoroso, deja que me suceda esto, por qué permite que yo sienta este dolor que me está rompiendo? ¿Acaso no dijo que soy como la niña de sus ojos?

Nosotros, como seres finitos, solo vemos lo que está al alcance de nuestra visión. Una hormiga no puede ver todo lo que nosotros (arriba de ellas, mas grandes que ellas) vemos. Una persona ubicada a la altura de un piso 30 tiene una vista mayor del panorama, que aquel que está a nivel del suelo. 

Entonces, ¿qué podemos esperar de Dios que es infinito, eterno, todopoderoso, omnisciente y omnipotente? Dios está en el pasado, en el presente y en nuestro futuro; todo lo conoce. ¿Sabrá Dios por qué estamos pasando por la prueba que nos hace sufrir? ¡Claro!  ¿Sabré yo que si disciplino a mi hijo el sufrirá? ¡Sí! ¿Sabrá mi hijo, en ese momento de disciplina, que lo hago por amor? Probablemente no, porque no ve más allá de su dolor, de su coraje, de su frustración y de su sufrimiento. Pero yo sí estoy segura de que mi hijo confía en mí aunque tenga coraje conmigo, porque le doy seguridad con la disciplina que le impongo. Y eso se traduce en AMOR.

Dios, en su  i n f i n i t o  amor, disciplina a sus hijos sabiendo que vamos a llorar, que nos vamos a quejar, vamos a discutir, nos tiraremos al piso a pataletear, le preguntaremos mil veces ¿por qué, por qué, por qué? pero luego nos cansaremos de llorar, nos quedaremos dormidos y al despertar de la prueba, nos sonreiremos con PAPÁ e iremos a sus brazos agradecidos de que esté ahí para nosotros, de que nos dé la seguridad del AMOR que siempre ha sentido, siente y sentirá por nosotros. Dios no te ama por lo que eres, te ama PORQUE TE AMA.


Cuando nos sintamos en una prueba, tomemos una fuerte bocanada de aire, suspiremos y digamos "Gracias Padre, porque con la disciplina y la prueba me demuestras tu inmenso amor, ayúdame a pasar "con buena nota" esta prueba y aunque me queje, no me dejes de disciplinar porque tu amor me enseña a amarte mas, a amarme más y a amar más a los demás".

Confía en el que nos amó tanto que dio a su hijo unigénito para que todo aquel que en Él cree no se pierda mas tenga vida eterna.  Juan 3:16

La gloria siempre sea para Él.
 Dios te bendiga este día y todos los días de tu vida.



Nereida

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